Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril 2, 2020

Señalaba con el dedo. Pensaba. Pero no hablaba

Veo una cosa roja en medio de las hojas. Me llama la atención. La he visto antes. Instintivamente la tomo con la mano, es fruta, no pincha, no quema, me la meto en la boca y aplico fuerza con mis dientes. He intentado otras veces romperlas y abrirla con las manos, pero al final me pongo perdido y pegajoso para total, acabar el trozo en mi boca. No necesito saber el nombre del fruto ni del árbol. El sabor dulce inunda mi boca, lo disfruto, me hace sentir bien. Si no fuese así, ya la habría tirado. Recordaría que en otra ocasión no me gustó su sabor. Cuando me he comido una o dos piezas me siento tranquilo, no necesito otra cosa, mi cuerpo se relaja y siento que puedo estar un tiempo sin buscar otra cosa. Si alguna vez estoy muy cansado por una larga caminata o por el calor, comer esta fruta me calma, me tranquiliza.  Si esto es bueno para mi, si me hace sentir bien, debe serlo para otros. Otros que no he visto nunca no me importan. Otros que no conozco no deben tocar mi fruta.