«Cuando considero la breve duración de mi
vida, absorbida en la eternidad que la precede y la que la sigue, el pequeño
espacio que lleno y cuando, por lo demás, me veo abismado en la infinita
inmensidad de los espacios que ignoro y que me ignoran, me aterro y me asombro
de verme aquí antes que allá, ya que no hay razón porque esté aquí antes que
allá, porque exista ahora más que entonces. ¿Quién me ha puesto aquí? ¿Por
orden de quién me han sido destinados este lugar y este tiempo? El silencio
eterno de los espacios infinitos me aterra, ¡ Cuántos reinos nos ignoran !».
Blaise
Pascal
El infinito, lo inabarcable, lo
muy grande o lo tremendamente pequeño… son cosas que siempre nos han causado
fascinación a la vez que un temor inexplicable por la imposibilidad de poderlo
abarcar. Una de las muchas ciencias que
se atreve con lo inabarcable, sin lugar a dudas en la Neurociencia.
El genial, polifacético y controvertido Sebastian
Seung nos ha adentrado en el llamado proyecto Conectoma. Pero vayamos por
partes, ¿Qué es el conectoma? Seug compara el conectoma con el genoma. Si bien
nuestro genoma determina nuestros rasgos genéticos a partir de la conexión
entre pequeñas moléculas (los nucleótidos), al conectoma le correspondería la
tarea de aglutinar la totalidad de conexiones entre las neuronas de nuestro
sistema nervioso.
Si conociéramos
nuestro conectoma, podríamos dibujar nuestro cerebro como una especie de
diagrama de nodos y conexiones, muy parecido a una red interactómica o una red
compleja. De este modo podríamos por fin dibujar aquellos que nos hace únicos y
singulares.
Sin embargo
estudiar el conectoma no es algo trivial. Os invito a ver la conferencia que
dio en TED para que os hagáis a la idea de la dificultad de este trabajo.
El equipo de Sebastian ha
desarrollado una plataforma de juego con la que, usando técnicas de
crowsourcing, pretende mapear las conexiones neuronales del cerebro. Se llama
Eye Wire https://eyewire.org/ y consiste en que los usuarios van coloreando láminas de
tomografías de las neuronas de la retina de un ratón. De esta forma al juntar
todas, y haciendo el promedio de las respuestas de los usuarios, se acabará
obteniendo una imagen tridimensional de una neurona.
Básicamente,
lo que hace el grupo de Sebastian es hacer cientos de cortes de una
región a estudiar, los divide en pequeños cubos de dimensiones diminutas e
invita al usuario a seguir en 3D el recorrido de una neurona de forma que al
final, entre todos los que juegan, se tiene un esquema tridimensional de cada
neurona pintada de un color distinto.
Se me ocurre que una vez se tenga el esquema
del conectoma de una región cerebral, se podrá estudiar su complejidad como si
fuera una red cualquiera. Estudiar su conectividad y poder relacionar alguno de
esos parámetros con respuestas fisiológicas, estados mentales o enfermedades.
Imagina que son solo hacer un taq de tu cerebro y estudiar la conectividad de
las neuronas de una región concreta, se pueda diagnosticar un Parkinson
temprano o Alzheimer.
De momento, os invito a jugar a Eye Wire
porque mola mucho y es muy entretenido. Es otra de las formas en la que
cualquier persona puede participar de un gran proyecto científico tal y como
expliqué EN OTRA OCASIÓN con
el programa Foldit.
Algunas imágenes conseguidas con el juego
Eye Wire (ya voy 5º en el ranking mundial)
Al principio de los tutoriales te va indicando en verde si has acertado, en rojo si fallas y en morado las zonas de la neurona en cuestión no exploradas.
“Esta entrada
participa en la XVI edición del Carnaval de Biología, organizado
por El Blog Falsable ” de manos de M. García-Arencibia @moigarem
¡Qué pasada! Luego a ver si saco un rato para ver la charla y para "jugar": ni idea de este proyecto, pero es una pasada!!! Y empezar con esa frase de Pascal lo hace aún más interesante ;)
ResponderEliminarMuchas Gracias compañera,
ResponderEliminarEs un placer ser leído por ti porque siempre haces que uno se sienta de P... M... jejeje.
Un abrazo