Ir al contenido principal

Ciencia y artes - reflexión personal sobre los paralelismos de las esferas musicales y las del ser humano

 Nuestro cerebro ha sido seleccionado para percibir patrones en la naturaleza. Es fácil pensar en la utilidad de reconocer una cara o unos ojos en medio de un ambiente de formas caóticas. Esa cara puede ser amiga o enemiga, pero en cualquier caso, reconocer una cara (un patrón de ojos y nariz o boca) es útil. De ahí el efecto psicológico conocido como pareidolia, donde un estímulo vago y aleatorio (normalmente una imagen, pero no tiene por qué) es percibido erróneamente como una forma reconocible. 


Esto mismo nos puede pasar con los sonidos donde buscamos patrones y nuestro cerebro es muy bueno encontrandolos. La voz de una persona está formada por una serie de armónicos que identifican esa voz y seremos capaces de reconocer una voz determinada incluso muchos años después. Del mismo modo una voz similar a la de alguien a quien apreciamos nos va a reconfortar (son voces que comparten armónicos). 

Como hemos visto en el tema, los sonidos compuestos por armónicos tienen muchas matemáticas. Nuestro cerebro reconoce octavas como iguales, identifica los armónicos y reconoce cuando dos sonidos concuerdan y cuando no. 

Cuando nos dimos cuenta de las reglas matemáticas que rigen estos sonidos nos fascinó. No podía ser casualidad que fuésemos capaces de calcular de forma sencilla con cuerdas los sonidos y sus octavas así como todos los armónicos. Si las matemáticas lo rigen todo (y el sonido no es una excepción), en otros sitios donde podemos aplicar las matemáticas podremos hacer una suerte de traducción. 


Al intentar ver patrones de sonido en los planetas no estamos haciendo otra cosa que intentar hacer paralelismos a través de un traductor universal como son las matemáticas. Si las distancias que existen entre los planetas, traducidas a longitudes de onda del sonido, suenan bien, es posible que sea sólamente una casualidad. 


La búsqueda de patrones forma parte de nuestra esfera de la sensibilidad. Aparecen sin buscarlos, están ahí y no hace falta que nos esforcemos en ellos. 

Que identifiquemos esos patrones con algo personal, nos guste o no nos guste, y que al oír un sonido familiar nos sentimos reconfortados forma parte de la esfera de la afectividad. 

Sin embargo, buscar un lenguaje universal, intentar ver en los astros la música y de alguna forma traducir de unos sistemas a otros forma parte de la esfera intelectual. 


En las esferas del ser humano sucede como en la música. Puede haber ritmo y melodía sin armonía, puedes tener armonía y melodía sin ritmo e incluso ritmo y armonía sin melodía… pero la magia de verdad surge cuando están las tres. La complejidad, las posibilidades. En equilibrio y con sus mil formas de combinarse. 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Jerga de Laboratorio

La gente que trabaja en el laboratorio somos especialmente dados a abusar de la jerga de nuestra profesión (y no me refiero a un trozo de tela gruesa y tosca). El tipo de lenguaje que en el laboratorio nos puede llegar a ser familiar pero que saca de sus casillas al resto del mundo porque en ocasiones más que jerga se convierte en jerigonza. Así por ejemplo si decimos que estamos haciendo un pase para mañana hacer la corrida… no hablamos de toros. Y si dejamos algo a RT durante O/N… ahí ya te pierdes del todo. Bueno pues me he propuesto sacar una nueva sección que se va a llamar Jerga de Laboratorio. Intentaré que cada semana o dos semana (depende de lo ocupado que esté) salga una entrada explicando algunos de los conceptos y palabrotas que usamos por el mundo de las poyatas (anda, otra palabreja), Comencemos precisamente por ahí. Poyata El  @DrLitos  ya nos habló en su momento del arte de poyata en sus ediciones I y II ( Arte de poyata I ,  Arte de poyata II ) Y

Bots de Schrödinger

Hace unos días el periodista Javier Salas publicaba en el país este artículo titulado “ Sepultados bajo la mayor avalancha de estudios científicos ”. Y es que cada dos semanas se duplica el número de artículos sobre el susodicho tema COVID-19. Si desde 2009 se publicaban de media unos 3.000 artículos sobre coronavirus en todo el mundo y cada año, ahora se publican unos 700 cada día y van más de 20.000 en apenas 3 meses.  Con las personas confinadas en sus casas en medio mundo y retiradas de las calles, las plataformas de redes sociales se han convertido en una de las mejores herramientas para comprender la discusión social entorno a este y a cualquier otro tema. Estudiar las redes sociales puede ser útil e informativo para evaluar cómo se está haciendo frente a esta crisis global. Sin embargo, esa idea que a priori podría dar mucha información, debe ser analizada con detenimiento debido a que las Redes Sociales (RRSS) están pobladas de máquinas y cuentas automatizadas que pueden a

Psicohistoria, Preología y Termosociología

Siempre se ha dicho que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra (Les puedo asegurar que eso no es cierto por dos razones. Una, yo siempre tropiezo 3 veces y dos, mi perro también tropieza siempre en el mismo sitio. No es muy listo el pobre). ¿Será ese complejo de equivocarnos siempre en lo mismo lo que nos lleva a estudiar Historia? Será con la esperanza de que quizás si vemos los errores de los antiguos, nosotros podamos prever los errores futuros. Sin embargo, no parece que una crisis sufrida en Egipto en el 1500 a.c. nos pueda ser un ejemplo para un problema de hoy en día.  ¿En que tiempo deberíamos de fijarnos?, ¿En que cultura?, ¿En que sistema político y económico?  Si queremos hacer de la historia pasada la escuela de la historia futura, necesitamos un método. Y ese método no puede ser otro que el método científico. Sin embargo esta idea tan peregrina de realizar previsiones de futuro en base al pasado y usando un método científico no e