Disección de cerebro

En la asignatura de introducción a la Neurociencia nos han invitado a hacer uno de estos dos ejercicios:

• Diseñar una camiseta de la asignatura
• Diseccionar un cerebro

El primer ejercicio la verdad es que me mola mucho. Es un acto creativo de crear algo que nos identifique con la asignatura y estoy deseando ver los diseños de mis compañeros. 

PEEERO, PERO, pero… el segundo ejercicio dice que nos pongamos manos a la masa (encefálica) y no quería dejar pasar esta oportunidad. Lo que nos pedía en realidad es lo siguiente: 

• Vamos a ponernos directamente con las manos en la masa. Tenéis que ir a vuestra carnicería de confianza y pedir un cerebro de cordero. Puede ser normal tener que encargarlo o rogar al carnicero que se lo más fresco posible. La consistencia del tejido nervioso es muy blanda y se maneja con dificultad. Para que se maneje mejor el consejo es cocerlo. Si alguno es un manitas del bricolaje le diría que pidiera una cabeza de cordero entera, la cociera entera y entonces ir abriendo poco a poco, viendo las meninges, los nervios. El problema aquí será abrir el cráneo y si tenéis dudas, preguntad en la carnicería si os la pueden abrir ellos. 

¿Qué sucede? que yo lo he interpretado de otra forma. Donde decía carnicería, yo he interpretado facultad de medicina. Donde decía carnicero he interpretado catedrático de antropología forense y amigo. Y donde decía cordero… pues ya sabéis, humano. 

Una de las mejores cosas que me está dando la divulgación científica y la ciencia en general es tener la oportunidad de conocer a gente maravillosa que se dedica a las cosas más interesantes. El profesor Miguel Botella es uno de los mejores antropólogos forenses del mundo y puedo decir con orgullo que es un buen amigo. Ha sido mi profesor de Antropología en la facultad de ciencias y después he tenido el lujo de contar con él como ponente en múltiples eventos que he venido organizando, como por ejemplo en Desgranando Ciencia. 

Cuando vi el reto que nos plantea el prof. José Ramón Alonso no me lo pensé mucho y le pedí a Miguel si podía ir a visitarlo para ver este tema. 

En primer lugar nos fuimos a ver las piezas plastinadas. La plastinación es un proceso de conservación de órganos, tejidos y cuerpos que consiste en sustituir el agua del tejido por un polímero, de modo que el órgano o tejido queda como si estuviera vivo en estructura, pero no se degrada. Se puede tocar, manejar, diseccionar… todo. El creador de esta técnica, que se parece mucho a una inclusión en parafinas para hacer corte histológico, es el artista y médico Gunther von Hagens. Gunther ha hecho exposiciones enteras de cuerpos plastinados y os puedo asegurar que son impresionantes. En el Parque de las Ciencias de Granada tenemos una de sus piezas, “El fumador”, en la exposición de Cuerpo Humano. Conozco bien esta pieza porque he convivido con ella durante casi 2 años. No es que la tuviera en casa ni la robase, es que he trabajado como educador de museo del Parque y mis dos primeros años los pasé en esa sala explicando la técnica de plastinación, las piezas de von Hagens y en general hablando sobre anatomía al público. 

Como decía, primero vimos piezas plastinadas y ya cortadas. Se aprecian perfectamente muchas de las estructuras, sin embargo el color es homogéneo, no se distingue con tanto detalle la diferencia entre sustancia gris y blanca, etc. Claro, toda la pieza es del color del polímero utilizado. Vimos también un modelo en plástico a modo de puzzle 3D que sirve para aclarar muy bien de qué parte estamos hablando. También pudimos ver piezas en parafina e incluso pude ver un cuerpo completo cortado en rodajas e incluido en formol. Una pieza de museo de la que os hablaré otro día, obra del Prof. Guirado (el abuelo de familia de médicos granadina). 

En la imagen vemos un corte coronal del cerebro y se indican algunas de las estructuras que se puede observar. 

Y en esta un corte horizontal

Pero claro. Esto no es tan impresionante ni es tan nítido como ver un cerebro fresco. De modo que nos fuimos a ver uno fresco de una autopsia de la mañana. (Por razones obvias no muestro fotos del cadáver, ni revelo el día, identidad, género ni ningún otro dato). De hecho hice muy pocas fotos y aquí solo muestro las de interés para la actividad. 

Decir que me impresionó mucho ver un cerebelo real y ver la cantidad de sustancia gris que tiene. Ahí residen muchísimas funciones básicas y fundamentales sin las cuales no podemos vivir. Miguel lo llamaba a ese corte el árbol de la vida.