Ir al contenido principal

Escuchar y ver tus recuerdos

No, lo siento pero no voy a hablar de sinestesia. 

¿Tenéis una canción que os recuerda a un momento específico de vuestra vida? Una pieza que al escucharla automáticamente vengan a tu mente miles de recuerdos muy concretos y te traslade al pasado por un momento. Eso es lo que me pasa con Memorias de África. 


Memorias de África es un libro magnífico de la escritora Karen Blixen que leí con 20 años (y ahora que lo pienso me gustaría volver a leer) que sin embargo no fue la única inspiración para la famosa película de 1985 “Out of Africa”. Varios libros más fueron los que sirvieron a Kurt Luedtke para adaptar el guión de la película, entre ellos el libro de Blixen “Sombras en la hierba”, pero también “The Life of a Story Teller, de Judith Thurman y el libro “Silence Will Speak” de Errol Trzenbinski. 

Sin embargo la obra que resuena en mi cabeza y me lleva al pasado no es el libro ni la película sino la música de John Barry Prendergast, el compositor británico que compuso la música de la película y se llevó un Óscar por ello. 




La música a la que me refiero es esta, aunque la obra completa me traslada por asociación.


El momento exacto al que me lleva esta melodía es Septiembre de 2009 y el lugar está bastante alejado de África (por lo menos hoy en día, porque estaban juntos hace millones de años). Ese año fue mi viaje a Chile, donde viviría durante ese curso académico. 


En ese viaje no escuché esa música ni vi la película. No llevaba el libro conmigo ni nada de lo sucedido allí tiene que ver con esta obra musical. Sin embargo al volver a España, una tarde salió la película en la tele y al escuchar la melodía de repente me vi en el avión, llegando a Santiago. Las primeras fricciones de los violines me pusieron alerta y me recordaron los nervios que sentía ante el viaje más lejano que había hecho hasta ese momento. Las primeras notas de las trompas reviven en mí las expectativas que tenía ante la época que viviría. Los trombones respondiendo a las trompas me transmiten las respuestas que pude obtener de mis experiencias allí y la percusión de timbales hace que recuerde lo unido a la tierra que me sentía cuando viajé al sur. 

Esa primera vez que me pasó esto me paró en seco, me hizo llorar por la añoranza y por saber que no volvería a ver en mucho tiempo a la gente tan maravillosa que había conocido allí. No entiendo la asociación aún a día de hoy, pero es realmente un vínculo muy fuerte. Ahora sin embargo esa sensación se ha convertido en felicidad por recordar momentos tan concretos con una vividez tan clara. 

De alguna forma aquella fue una aventura muy importante en mi vida, que situó mis prioridades y me hizo valorar ciertas cosas a las que no había dado importancia. Me transformó. Considero que vivir en Chile ha sido sin duda alguna un punto y aparte en mi vida y escuchar esta música me recuerda ese momento. Pero no es solo que me lo recuerde, es que me lleva allí de una forma casi automática.

Las trompetas de repente me tiran del pecho y ponen los pelos de punta al recordar que allí hice amigos y amigas, investigué, ayudé a mucha gente y conocí muchas historias. Conocí parte de la historia de los Mapuches y de las culturas precolombinas. 


Volver a Granada supuso de alguna forma empezar de nuevo. Pero no tardaría en volver a viajar por trabajo, en este caso a Madrid en 2010 para comenzar mi doctorado. Solo duraría un año ya que en 2011 volví a Granada y acabé mi doctorado allí.


El caso es que las últimas semanas antes de volver a Granada me fuí al Museo del Prado (tenía delito vivir un año entero allí y no pisarlo). En aquel momento descubrí a Fortuny, su obra y su relación con Granda. 


La obra que llamó mi atención aquel día fue un óleo sobre lienzo realizado hacia 1871 y en la que se puede observar a un hombre semidesnudo de avanzada edad con una iluminación muy especial. Estaba claramente bajo el sol. La cara del anciano me transmitió mucha paz, tranquilidad, sosiego. Y pensé “me recuerda a mi madre y en cómo disfruta con los ojos cerrados cuando se pone al sol”. Una vez mas no hay relación directa. Mi madre por entonces era muy joven, apenas 44 años. 

Después he sabido que a la obra se le llegó a llamar “Mendigo de Granada” ya que fue en su estancia en Granada cuando Fortuny y Marsal realizó el mayor número de obras con este motivo. Por lo visto el pintor encontraba parecido con Carlos V y realizó varios estudios y obras con el mismo modelo. Y es que a juzgar por las representaciones del emperador de otros autores, es posible que el modelo fuese de lo más adecuado. 

Pasado el tiempo la obra ha ido adquiriendo para mi mucho significado. Mi madre sufría un cáncer de pecho que al poco se transformó en metástasis y acabó con su vida en 2013. No llegó a ser mayor. No podría verla con aspecto de anciana disfrutando del sol. Tenía una complexión muy delgada y a pesar de su corta edad, los sucesivos tratamientos habían estropeado su piel. Ver este cuadro me recuerda a ella de formas muy dispares. Con cariño y con pena. Creo que el cuadro tiene la fuerza de poder transmitir muchas cosas en función de tu estado de ánimo y vivencias. 


Tanto la obra de John Barry como la de Fortuny apelan en mi a experiencias personales, a la memoria y a sentimientos muy profundos. A dos épocas de mi vida muy distintas pero en ambos casos muy relacionadas con vivencias. De alguna forma me llama la atención que tanto una como la otra en principio no tienen nada que ver de forma directa con mi vida, y sin embargo despiertan en mí sentimientos muy concretos y relacionados con cosas reconocibles. 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Jerga de Laboratorio

La gente que trabaja en el laboratorio somos especialmente dados a abusar de la jerga de nuestra profesión (y no me refiero a un trozo de tela gruesa y tosca). El tipo de lenguaje que en el laboratorio nos puede llegar a ser familiar pero que saca de sus casillas al resto del mundo porque en ocasiones más que jerga se convierte en jerigonza. Así por ejemplo si decimos que estamos haciendo un pase para mañana hacer la corrida… no hablamos de toros. Y si dejamos algo a RT durante O/N… ahí ya te pierdes del todo. Bueno pues me he propuesto sacar una nueva sección que se va a llamar Jerga de Laboratorio. Intentaré que cada semana o dos semana (depende de lo ocupado que esté) salga una entrada explicando algunos de los conceptos y palabrotas que usamos por el mundo de las poyatas (anda, otra palabreja), Comencemos precisamente por ahí. Poyata El  @DrLitos  ya nos habló en su momento del arte de poyata en sus ediciones I y II ( Arte de poyata I ,  Arte de poyata II ) Y

Bots de Schrödinger

Hace unos días el periodista Javier Salas publicaba en el país este artículo titulado “ Sepultados bajo la mayor avalancha de estudios científicos ”. Y es que cada dos semanas se duplica el número de artículos sobre el susodicho tema COVID-19. Si desde 2009 se publicaban de media unos 3.000 artículos sobre coronavirus en todo el mundo y cada año, ahora se publican unos 700 cada día y van más de 20.000 en apenas 3 meses.  Con las personas confinadas en sus casas en medio mundo y retiradas de las calles, las plataformas de redes sociales se han convertido en una de las mejores herramientas para comprender la discusión social entorno a este y a cualquier otro tema. Estudiar las redes sociales puede ser útil e informativo para evaluar cómo se está haciendo frente a esta crisis global. Sin embargo, esa idea que a priori podría dar mucha información, debe ser analizada con detenimiento debido a que las Redes Sociales (RRSS) están pobladas de máquinas y cuentas automatizadas que pueden a

Psicohistoria, Preología y Termosociología

Siempre se ha dicho que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra (Les puedo asegurar que eso no es cierto por dos razones. Una, yo siempre tropiezo 3 veces y dos, mi perro también tropieza siempre en el mismo sitio. No es muy listo el pobre). ¿Será ese complejo de equivocarnos siempre en lo mismo lo que nos lleva a estudiar Historia? Será con la esperanza de que quizás si vemos los errores de los antiguos, nosotros podamos prever los errores futuros. Sin embargo, no parece que una crisis sufrida en Egipto en el 1500 a.c. nos pueda ser un ejemplo para un problema de hoy en día.  ¿En que tiempo deberíamos de fijarnos?, ¿En que cultura?, ¿En que sistema político y económico?  Si queremos hacer de la historia pasada la escuela de la historia futura, necesitamos un método. Y ese método no puede ser otro que el método científico. Sin embargo esta idea tan peregrina de realizar previsiones de futuro en base al pasado y usando un método científico no e