La expresión “el fin de la naturaleza” aparece en el libro de Bruno Latour “Cara a cara con el planeta. Una nueva mirada sobre el cambio climático alejada de las posiciones apocalípticas”.
Latour entiende que debemos dejar de mirar la naturaleza como algo externo a nosotros, que puede ser estudiado y analizado sin nuestra participación y que además es algo que era estable y con capacidad de recuperación. En algún momento decidimos que esa capacidad de recuperación ficticia e inexistente ha dejado de existir y entonces ahora debemos tomar cartas en el asunto para devolverle su equilibrio. Esta es una sensación falta y que nos aliena de nuestra capacidad y de nuestro lugar en el mundo.
Hemos intentado comprender la naturaleza como algo externo a través de la ecología y pensado que esa ecología ha sacado a la palestra pública la naturaleza cuando sin embargo es la muestra más evidente de que no hemos entendido nada.
Nuestra naturaleza y nuestra cultura forman parte de lo mismo. No podemos estudiar con una parte de nosotros, nuestra cultura, otra parte de nosotros, la/nuestra naturaleza. Debemos abordarlo como un todo dentro del cual vivimos. Sin la condescendencia de pensar que el problema climático tenía remedio y punto de retorno y ahora ya no lo tiene y debemos actuar.
Si entendemos que lo que se quema es nuestra casa y no el jardín de fuera, actuaremos de una forma distinta.
Entiendo que al decir “el fin de la naturaleza” se refiere a ese no llegar a entender de qué va la historia ni nuestra relación con ella. No entendernos a nosotros mismos en definitiva.
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