Tener una disposición inicial e inconsciente acerca de la ciencia cuando llevas estudiándola más de 16 años, haciéndola más de 13 y difundiéndola más de 10, se me hace raro. Pero es cierto que pocas veces nos paramos a pensar en qué disposición tengo ahora.
Obviamente es una disposición con muchos matices y puntos de vista. No opino igual de la inversión que de la industria, de la producción científica que de los científicos, y no opino igual del conocimiento científico que de cualquier otro aspecto.
Podría decir que tengo una visión positiva de la ciencia en general. Favorable y confiada. Admiro lo que se puede llegar a hacer con un métodos y disciplina científicas. Sin embargo eso solo describe mi posición general.
Se que el desarrollo de conocimiento científico en general es un valor y que algunos de esos avances generan transferencia que se traslada a una economía fuerte de empresas con mucho valor, y sin embargo me disgusta mucho el uso que se hace en ciertas empresas de las patentes, conocimientos, desarrollos. El abuso de precios, etc
Como ejemplos sirvan estos 3 sobre transgénicos, vacunas y tratamiento de VIH:
Hace mucho que tengo leída y estudiada evidencia suficiente como para que aceptar los transgénicos en mi alimentación, ropa, materiales y medicinas y que no me suponga problema alguno. Muy al contrario opino que la ingeniería genética en general y los transgénicos en particular son una opción a tener en cuenta en la lucha contra el cambio climático y el hambre en el mundo al mismo tiempo. Pero no me gustan las prácticas de comercialización, los contratos de exclusividad ni que una tecnología esté en manos de una sola empresa. Claro, que son las mismas prácticas que se hacen con semillas seleccionadas NO TRANSGÉNICAS... y sin embargo el grito se pone en el cielo con las primeras y no con las segundas.
Me fascina la capacidad que han tenido las empresas y grupos de investigación en este tiempo de conseguir financiación para desarrollar una vacuna en tiempo récord y adquirir el conocimiento para lograrlo. Me parece un hito a la altura de redescubrir América, llegar al polo norte o alcanzar la luna. Sin embargo hay prácticas poco éticas como vender acciones en el momento adecuado o poner un precio muy elevado a las dosis. Posiblemente un desarrollo con financiación pública e investigadores públicos habría puesto ese conocimiento al alcance de todos de una forma mas eficiente y económica.
Y como tercer ejemplo sirva el absurdo y elevado precio del tratamiento contra el VIH que tiene hoy en día, cuando sabemos que no tiene razón de ser un precio de mercado tan elevado (salvo por oferta y demanda) y en esto me remito al final del párrafo anterior.
Otro matiz parecido podría hacer con el sistema de publicación por pares. Necesario, sí. Obsoleto, también. La idea no está mal. Yo hago un trabajo y lo someto al criterio y critica de otros pares que lo revisan y me hacen repetir experimentos, complementar la información o ampliar ciertas cosas. Sin embargo el sistema se puede (se ha) prostituir con revisores falsos, enemistades, al no ser totalmente anónimo de quién viene el artículo ni su sexo (y aunque el revisado no lo sepa... lo puede intuir en muchas ocasiones). El negocio es absurdamente rentable para las editoriales que cobran por subir artículos, cobran por descargarlos y no pagan ni a revisores ni autores. Y luego está la relevancia de los textos, la falta de reproducibilidad, las revistas depredadoras, que el factor de impacto sea una medida del cv de los autores, etc.
Me veo más inclinado a apostar por sistemas abiertos de sometimiento y revisión. Ciencia en abierto tanto en su creación como en su revisión y sin intereses económicos de por medio.
La ciencia es capaz de llegar a hacer cosas maravillosas pero no debemos olvidar que en ocasiones se han hecho cosas terribles en nombre de esta misma ciencia. La autocríticas es tan necesaria como recomendable.
Mención aparte merecen las condiciones laborales y de salud de los trabajadores de la ciencia. Se ha normalizado que se pueda trabajar sin contrato, que una mujer pierda competitividad por la maternidad y que los investigadores predoctorales tengan problemas psicológicos... y nada de esto es normal.
Una ciencia mas diversa, inclusiva y diversa será una ciencia mejor... pero seguimos teniendo a demasiados hombres blancos, hetero normativos y ricos entre los más premiados y citados del mundo.
La ciencia, como otras muchas actividades humanas, es una herramienta que no es buena ni mala sino que depende del uso que se le pueda dar
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