Desde la
antigüedad la curiosidad humana ha tenido pocos límites y esos límites casi
siempre los ha marcaba el miedo. Aprendimos pronto a controlar la naturaleza y
utilizarla a nuestro antojo para curar nuestros males, poder sobrevivir en un
terreno inhóspito e incluso diagnosticar nuestras propias enfermedades.
Para hoy os
traigo una forma de diagnosticar cuanto menos peliaguda (Sobretodo para el
paciente y presunto enfermo). Además, os muestro algunas fotos de mi viaje a
Chile de hace unos años.
El
Xenodiagnóstico
Muchos os
habréis ido a lo fácil y pensaréis que un Xenodiagnóstico es diagnosticar sobre
los senos, pero nada más lejos de la realidad.
Vayamos al
grano (y si, sigo sin hablar de tetas aunque sean pequeñas).
La
enfermedad de Chagas o Trypanosomiasis Americana es una enfermedad parasitaria
de tipo tropical. Fue nombrada y descrita como tal por el médico e infectólogo
brasileño Carlos Chagas hace ahora 103 años, sin embargo, se conoce desde la antigüedad.
Se cree
que en un principio la transmisión del parásito Tripanosoma Cruzi, ocurría entre mamíferos silvestres y vectores,
no pasando al humano sino hasta hace 2500-3000 años aproximadamente, cuando los
habitantes del nuevo continente ocuparon las cuevas naturales con fines
religiosos. Así mismo, la domesticación de algunos animales pudo ayudar a que
los vectores triatominos se adaptasen a picar a las personas.
Triatoma dinidiata, una de las especies
vectores de la enfermedad de Chagas.
Cuando un
vector (chinche) pica a un animal, se alimenta de su sangre y esta debe de
gustarles mucho ya que del mismo placer de alimentarse… se cagan vivos. No es
una forma literaria de explicarlo, es tal cual. Cuando una chinche pica y se
alimenta, desaloja su intestino y defeca en la piel del animal que esté
picando. Es en esas heces donde está la forma tripomastigote o infectante.
Cuando el
animal se rasca por la picadura, arrastra las heces hasta la herida y provoca
que ingresen los protozoos en la sangre. De esta forma el parásito está en el
torrente sanguíneo.
Tras pasar
por varios estadios, mudas y fases, el parásito está en todo el torrente sanguíneo
y se comienza a acumular en músculos (sobretodo en el músculo cardiaco) en
nidos de formas resistentes llamadas amastigotes.
Cuando
otra chinche pica a una persona con el parásito, la chinche ingresa el parásito
en sí y se divide dentro varias miles de veces, hasta que salgan con las heces
de nuevo en otra picadura y así se cierra el ciclo de infección.
Los síntomas
son variados y, salvo alergias específicas al parásito en si, no se suele
detectar fácilmente. En humanos, la enfermedad tiene 3 fases no bien
diferenciadas.
En la fase
aguda, es justo después de que se produzca la infección y puede aparecer un
nódulo local cutáneo llamado chagoma en el lugar de la inoculación. A este chagoma, si se presenta en la zona
periorbital, se le llama Signo de Romaña y es bastante característico, pero no
siempre presente.
Signo de
Romaña en niño de 8 meses de edad
Pasada esta
primera fase, se llega a una fase indeterminada que suele cursar sin
sintomatología aparente. Puede haber signos de fiebre, anorexia,
hepatoesplenomegalia, etc, pero a veces no se presentan y otras se confunde con
un simple proceso gripal.
Pasados
varios años, se dice que el paciente está en fase crónica. Es sintomática y los
daños pueden aparecer tras años o décadas después de la infección inicial.
Puede cursar con cardiopatías varias, demencia, dilatación del tracto
digestivo, etc.
En muchos
casos, los pacientes mueren CON chagas, pero no mueren DE chagas. Si se
mantienen a raya los síntomas cardiacos, los pacientes pueden llegar a tener
una calidad de vida aceptable.
AHORA BIEN,
¿Cómo se diagnostica? Salvo en los primeros días en los que hay una alta
concentración del parásito en sangre, después casi desaparece y solo es
detectable con técnicas serológicas. Sin embargo, debido a la gran variación de
los determinantes antigénicos del parásito, las pruebas serológicas no siempre
son totalmente fiables. Se pueden hacer cultivos de sangre para intentar
incrementar la cantidad de parásitos caso de que los haya y poder verlos directamente,
pero no es fácil hacer un cultivo axénico de este tipo.
Una solución
es realizar el Xenodiagnóstico. Se trata de una prueba en la que se hace un “cultivo”
de parásitos, pero en insectos.
Al
presunto paciente, se aplican dos cajitas con las chinches vivas y sanas (no
queremos que se infecte claro). Estos bichos, además de estar sanos y vivos,
están muertos de hambre, con lo que cuando se le pone en la piel a una persona,
se lanzan a comer cual Obelix al jabalí.
Cajas con
chinches (Binchugas o Besuconas) que se les aplica a los pacientes para el
Xenodiagnóstico.
Cuando pasa
aproximadamente una hora y media, se considera que ya le han pegado suficiente
bocados al paciente y se le retiran las cajas del xenodiagnóstico, se etiquetan
con un número de serie y los datos del paciente y se guardan para su análisis
en el laboratorio.
Como he
dicho antes, estos parásitos se dividen varios miles de veces en el vector, con
lo que si nuestro paciente tenía aunque solo fuese un Protozoo en sangre… al
pasar por el vector se ha convertido en millones y es fácilmente detectable con
tinción o en fresco en las haces del insecto. Si además se hace una extracción
de DNA de esas heces y se realiza una reacción de PCR específica para el
parásito, las probabilidades de un falso negativo o positivo son mínimas (1).
Dentro de
esa caja de madera tapada con una malla, hay entre 5 y 8 chinches que se le
están aplicando a este niño para ver si tiene o no la enfermedad de chagas.
Este grupo
ya tiene dos cajas de Xenodiagnóstico, una en cada brazo, y está esperando a
que pase el tiempo correspondiente a su examen (No duele, pero tampoco es
agradable claro).
Durante
mi estancia en Chile, tuve la suerte de trabajar con uno de los mejores grupos
de diagnóstico de esta enfermedad y uno de los que más pacientes lleva. Aproximadamente
cada 2 meses hacen viajes a la cuarta región de Chile para llevar a cabo el
seguimiento de varios cientos o miles de pacientes, entre ellos niños y madres
embarazadas.
En la
foto, aparezco con unos niños que se fueron a hacer el examen para ver si
tenían la enfermedad. Lo malo de esto es que cuando conoces sus caras y sus
nombres, encontrarte con un positivo no es nada halagüeño.
En la foto
aparezco con la Dra. Inés Zulantay. Jefa del laboratorio de Parasitología
Básico clínico de la Facultad de Medicina en la Universidad Central de Chile.
En las
fotos, algunos de los profesionales que trabajan a diario enfrentándose al
problema médico real que supone la enfermedad de Chagas en Chile. Entre ellos
el Dr. Werner Apt, el Dr. cardiólogo Antonio, nuestro conductor Sandro, un
Paramédico, Rodrigo, una representante de Bayer y algunas de las pacientes de
la zona de los Vilos.
Por suerte
para estas gentes, aquella zona cuenta con vistas y zonas como esta de la
ciudad de los Vilos. Por desgracia el agua está muy fría (créanme, demasiado
fría).
(1)
Zulantay I; Sandoval L; Martínez G; Martínez R; Ó.
Huertas; Ramos D; Fernández A; Godoy L; González S y Apt W. The efficacy of double amplification in the diagnosis of Chagas disease:
natural by the biological vector (XD) and artificial by the Polymerase Chain
Reaction (PCR). Simposio Internacional del Centenario de la
Enfermedad de Chagas. Rio
de Janeiro . Julio de 2009. Brasil. (Poster premiado).
Vaya, ¡qué interesante! Casualidades de la vida, y los ignotos caminos de la ciencia, me llevaron durante mi tesis a cruzarme con proteínas fosfatasas presentes en estos bichos (los tryps, no las chinches). Digamos que desde entonces me interesan mucho. Uno de los colegas que he conocido laboralmente sigue trabajando en fosfatasas específicas de kinetoplástidos, implicadas en procesos del desarrollo y buscando diseccionar sus diferencias con las fosfatasas humanas para diseñar fármacos específicos. Yo también aporté mi granito de arena, ínfimo, con uno de mis artículos resultantes de la tesis, pero vamos nada aplicable a priori.
ResponderEliminarPor si esto fuera poco, resulta que si no me equivoco nuestro amigo y querido Darwin sufrió una de estas infecciones, amargándole durante prácticamente décadas, como bien dices si no muriendo a causa de ello, sí postrado en una silla y sufriendo grandes dolores. No se sabe con certeza qué tipo d einfección fue, ni hay manera de averiguarlo, pero muchos estudiosos apuntan a algo tipo Chagas por sus viajes y el momento en que enfermó por primera vez.
Y para rematar, encima te conozco en persona, embatado y todo, y en plena faena: ¡un post de lo más revelador!
Enhorabuena por vuestro trabajo, es una lástima que estos males que todavía son devastadores en muchas regiones del planeta estén tan olvidados en nuestro mundo moderno sólo porque nos hemos librado. Bravo.
Muchas Gracias Dr. Litos. Una alegría que te haya gustado y revelado jeje (tentado estuve de ponerme un careto a paint a lo Dr. pero bueno, por una vez...
EliminarLa verdad es que trabajar con proteínas de Trypanosoma y protozoos parásitos en general es darte de bruces contra la pared una y otra vez. El reloj molecular de estos bichos no es ni medio normal y diseñar fármacos específicos... no creo que sea el camino. Yo trabajé con SOD del parásito, diseñamos vacunas, curamos una camada de ratones y al siguiente experimento ni cosquillas. resistencia al 100% en un par de pases de cultivo.
De todas formas ya no trabajo con eso. Ahora estoy en Microbiología y regulación de diguanilato cíclico. Ya sabes, los ignotos caminos de la ciencia.
En un post anterior mencioné lo de Darwin respecto a la Tripanosomiasis y también respecto a las úlceras por Salmonella. En uno de sus escrito, cuando llega a la isla de Chiloé, describe como le parecía gracioso observar que las chinches le chupaban el dedo y engordaban... pobre iluso.
Por algo se dice que estas son enfermedades olvidadas, porque aquí no nos importan. Ya no son especialidad médica. Es mas, pocos médicos saben diagnosticar parasitosis de ningún tipo. Por suerte hay gente muy buena en esos países que lucha por conseguir una solución.
Muchas gracias por el comentario.
Muy interesante, me ha dado pena que el método de diagnóstico sea: ale, que te piquen, pero supongo que mejor eso... Y si encima nos pones las caras de los niños y a ti con la bata en acción, tenemos una entrada de p... m... ;)
ResponderEliminarBueno, los nenes no ponen mejor cara cuando les sacas sangre jeje. Pero sí, las primeras veces que vi el examen me pareció un poco "burro". Lo cierto es que un positivo en Elisa o PCR puede ser dudoso, pero un positivo en la PCR a partir del ADN de un Xenodiagnóstico... eso es un positivo seguro como una casa.
EliminarPor cierto ¿Os habéis preguntado como lo hacen para mantener chinches sanas en un país donde todas están infectadas? ¿Cómo puede estar seguro, de que las alimentas para que no se infecten con total seguridad?
Hmmm... No lo había pensado, pero casi prefiero las agujas a las chinches...
EliminarTampoco se me había ocurrido la cuestión que planteas, pero pienso que las criarán en la propia clínica (¿tienen circo de pulgas/chinches), igual mutadas o algo así, ya nos lo contarás en detalle, ¿no? :)
Efectivamente se crían en la propia clínicas. Se cazan, se comprueba que son sanas o se recogen de zona no endémica de chagas y se las alimenta con gallinas. Las gallinas tienen la temperatura corporal varios grados por debajo de 37ºC con lo que estamos seguros de que no va a estar infectadas de Trypanosoma porque no se desarrolla en ellas. Aún así, las gallinas también pasan por serios controles para detectar bastante enfermedades. No queremos que se le pase nada al paciente claro.
EliminarInteresante, gracias por la explicación, un saludo
EliminarSe me ha ocurrido una duda: ¿por qué la enfermedad de Chagas es solo tropical si las chinches están en medio mundo? Lo pregunto porque a los rusos de los gulags (según cuenta Alexandr Solzhenitsyn o como se escriba) se les torturaba en celdas llenas de chinches. ¿El frío mata a los parásitos, pero no a los chinches?
EliminarChinches hay en todo el mundo. Las chinches son insecto Neópteros con más de 85.000 especies en todo el mundo. Muchas transmiten enfermedades, pero no todas son capaces de transmitir las mismas. En concreto la enfermedad de chagas solo está descrito que se transmita por unas pocas especies de los géneros Triatoma y Rhodnius, que son unas 40 especies. De ellas, solo unas pocas pican al hombre y son Triatoma infestans, Triatoma dimidiata, Triatoma brasiliensis, Rhodnius prolixus y Panstrongylus megistus. Hay alguna otra pero no me las se todas de memoria.
EliminarPues bien, esas pocas que pueden transmitir la enfermedad y que además se han adaptado a picar humanos... coincide que todas viven en los trópicos (por otra parte donde están las chinches más grandes que de forma natural pueden picar al humano, que es un animal bastante grandullón como para atreverse a picarlo cualquier chinche).
Espero haber respondido a tu pregunta.
¡Ey!, muchas gracias, claro que sí
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