Hoy os quiero contar una de esas historias que a mi tanto me
gustan, de esas en las que se interconectan ideas, historia y personajes
históricos con la más rabiosa actualidad. De esas historias que nos hacen
comprender un poco más, como y porqué somos como somos hoy en día.
Una pregunta, a ver quien la sabe antes de seguir leyendo
¿Qué tienen en común Rabanal de los Caballeros (Palencia) y Petilla de Aragón
(Navarra)?
Ambos son pequeños pueblos, de lo más pintoresco, que vieron nacer a
grandes personajes de la historia de España.
Con la A, Petilla de Aragón y en la B, Rabanal de los
Caballeros
Os quiero recordar un poco de la vida y obra de Don
Santiago Ramón y Cajal, Médico, Histólogo y Anatómo-Patólogo que resucitó una
parte de la ciencia en España hace ahora más de 100 años.
Google no deja de sorprenderme con sus portadas
Hoy se cumplen 160 años desde que el pequeño “Santiague”
naciera en Petilla de Aragón, un pequeño pueblo perteneciente a la Comunidad
Foral de Navarra pero que está rodeado íntegramente por la provincia de
Zaragoza. En la actualidad no cuenta con más de 20 habitantes, pero 1852,
contaba con más de 400 personas. Hijo de los aragoneses Justo Ramón Casasús y
Antonia Cajal, pasó su infancia moviéndose de un pueblo a otro de Aragón
siguiendo a su padre, que era barbero ayudante de médico, se hizo médico y
después médico-cirujano.
Desde pequeño fue un niño revoltoso, que no paraba de
meterse en líos, aunque las férreas reprimendas del padre le dolieran, el
siempre la volvía a liar. Siempre se le dieron bien las artes plásticas, hecho
que a su padre no le hacía demasiada gracia, pues el pequeño Santiague tenía que
estudiar medicina y llegar más alto de lo que lo había hecho el mismo. En
varias ocasiones quemó cientos de dibujos del pequeño Santiago, considerando
que solo le distraían de sus verdaderos estudios. De pequeño no fue un buen
estudiante, no se le daba bien memorizar y mucho menos le gustaba aprender
cosas que hoy en día no se usaban como el latín.
Por la época en la que Isabel II es desterrada de España y
se instaura la primera república, Santiago estudiaba en el instituto de Huesca
el bachillerato. Pasa a estudiar Medicina en las precarias condiciones de la
Universidad de Zaragoza y consigue terminar con éxitos sus estudios gracias, en
gran parte, a su padre. No porque le ayudara, ni porque estuviera enchufado.
Muy al contrario, su padre era el más exigente de los médicos que Santiago
conocía. Sin embargo su padre le ayudó en una cosa, en aplicar sus cualidades
plásticas al análisis detallado de la
anatomía humana, lo que le valió los elogios de muchos de sus profesores y fue
quizás, junto con su carácter trabajador y cabezón de aragonés, la clave de su
éxito.
A los 21 años fue llamado a filas por la Quinta de Castelar,
presidente en aquel momento de la primera república. Primero pasó unos meses en
Zaragoza donde consigue el puesto número 6 en las oposiciones para el cuerpo de
Sanidad Militar. Es destinado a Burgos y acuartelado en Lérida hasta que en
1874 es enviado a Cuba, provincia española por entonces que luchaba por su
independencia. Su Padre, Justo Ramón, le había conseguido varias cartas de
recomendación para que pudiera tener un destino lo más confortable posible, sin
embargo, se negó a usarlas y fue mandado a uno de los peores sitios y con peores
condiciones donde su físico y su ánimo se vinieron abajo por culpa del
paludismo, la disentería, y porqué no decirlo, por su honradez.
A partir de ahí comienza su carrera investigadora con muchos
altibajos que podéis encontrar en muchos sitios. Pero aquí os contaré algunas
cosas curiosas de su vida.


En su laboratorio, Ramón y
Cajal, reprodujo los trabajos experimentales de Ferrán y reafirmó la presencia
del bacilo colérico en las heces de los enfermos. Después comprobó la vacuna y
concluyó que la de gérmenes vivos (propuesta por Ferrán), producía no una
enfermedad atenuada sino una enfermedad diferente (menos virulenta), originada
por el bacilo al vivir fuera de su medio natural. Apuntó la posibilidad de que
la inmunidad la produjera no el bacilo sino una sustancia que éste segregaría
(poco se sabía sobre el funcionamiento del sistema inmunitario en aquel
tiempo). Cajal proponía buscar la forma de fabricarla y utilizarla en vez de
los bacilos vivos que eran muy peligrosos. La
principal aportación de Ramón y Cajal en este estudio fue el demostrar la
posibilidad de vacunar eficazmente empleando inoculaciones hipodérmicas de
cultivos del vírgula muertos por el calor (una novedad en aquel momento); de
esta forma, Cajal introducía por vez primera en la historia de la Medicina, el
concepto de vacuna química al no emplear gérmenes vivos. Sin embargo, este hallazgo
se le atribuiría a los bacteriólogos norteamericanos Salmon y Smith quienes la
describieron un año más tarde, en 1886. Sobre sus hallazgos bacteriológicos
comenta Cajal: «Excusado es decir que todas estas modestas contribuciones
teórico-experimentales pasaron inadvertidas en los laboratorios de París y
Berlín. Eran aquellos tiempos harto difíciles para los españoles aficionados a
la investigación». A su regreso a Valencia, en octubre de 1885, tentado estuvo
Cajal de dedicarse a la bacteriología. Eran los años de los deslumbrantes
logros en el conocimiento de las enfermedades infecciosas obtenidos por los
microbiólogos franceses y alemanes dirigidos por Pasteur y Koch. (ver Contribución de Santiago Ramón y Cajal a la patología). A pesar de que dijo que la vacuna Ferrán era inócua
y había que experimentarla más, Ramón y Cajal se mostró en contra de la misma,
lo que dio a conocer en conferencias y publicaciones.
Sin lugar a dudas, el Dr
Ferran hizo importantes aportaciones a la investigación Microbiológica en
España, pero nunca nos olvidemos de las aportaciones del Dr. Santiago Ramón y
Cajal.
En 1887, Santiago se traslada
a Barcelona para ocupar la cátedra de Histología en la facultad de Medicina de
Barcelona y en 1888 (según el propio Santiago, su año cumbre), descubre los
mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos conectivos de las células
nerviosas de la materia gris y del sistema nervioso cerebroespinal. Para que
nos quede más claro, hasta ese momento, se creía en la teoría reticular, según
la cual, todas las fibras del sistema nervioso se unen y funden en la sustancia
gris del cerebro constituyendo una red o retículo. Dicha teoría fue propuesta
por Golgi frente a la teoría de las terminaciones libres, expresada por Heis y
Forel y demostrada magistralmente por Santiago Ramón y Cajal. Cajal no solo
demostró la teoría de las terminaciones libres, sino que la modificó y mejoró,
aplicando la teoría general celular de Schleiden y Virchow a las propias células
nerviosas.
La teoría de Santiago fue aceptada en 1889 en el congreso de
la Sociedad Anatómica Alemana celebrado en Berlín. Su esquema de un sistema
nervioso visto como un conglomerado de unidades independientes y definidas pero
con un contacto menos íntimo de lo estipulado con anterioridad, pasó a llamarse
“Doctrina de la neurona”, y en ella destaca la ley de la polarización dinámica,
modelo capaz de explicar la transmisión unidireccional del impulso nervioso.
En el año 1906, Santiago recibe el premio Nobel en Fisiología
o Medicina, galardón que compartió con el italiano Camilo Golgi, cuyo método de
tinción aplicó y mejoró Cajal durante años. Se trata del 2º premio Nobel de la
historia española y primero en Medicina o Fisiología de los únicos dos que se
han recibido (el 2º es el de Severo Ochoa y lo ganó trabajando fuera). El
primer premio Nobel español fue José de Echegaray, y aunque fue un destacado
Matemático, recibió el Nobel de Literatura dos años antes que Cajal (y van 6 de
Literatura para España si contamos a Mario Vargas Llosa).
Desde 1892, Santiago ocupaba la cátedra de Histología e
Histoquímica Normal y Anatomía Patológica de la Universidad Central de Madrid. Pero
en 1902, y ante el rumor de que científico recibiera el premio Nobel, el
gobierno español crea el moderno laboratorio de Investigaciones Biológica en el
que trabajó hasta 1922, cuando pasa a prolongar su labor en el Instituto Cajal
(por decir algo, porque el pobre Santiago ya estaba demasiado mayor para andar
dando brincos por Madrid de un sitio a otro y cuando salía de casa prefería
dirigirse, las más de las veces, a su estudio de fotografía).
Existe otros muchos aspectos a destacar de Don Santiago Ramón y Cajal,
pero voy a dejar que os informéis vosotros mismos de algunas cosas, como por
ejemplo, ¿De verdad consiguió el Dr. Santiago grabar el primer llanto de su
hijo pequeño en un disco?, ¿Cómo se convirtió en el padre de la fotografía
instantánea moderna gracias a la química?, ¿Cuántas cátedras ocupó y a cuantas
oposiciones se presentó?.
¿Qué creéis que pensaba Cajal de esta estatua sita en el
Parque del retiro de Madrid?
Bueno, al principio del todo os hablaba de otro pueblo, se
trata de Rabanal de los caballeros, Palencia. Pues bien, allí nació hace ahora
206 años otro ilustre personaje español, D. Modesto Lafuente y Zamalloa,
periodista, historiador y escritor satírico español. Se trata de un liberal
progresista fundador en 1837 del periódico Fray Gerundio. Desde él difundió las
ideas de libertad y progreso material y moral de la sociedad española.
Aparte de participar en la redacción de la constitución
durante el bienio progresista junto con Leopoldo O´Donnell y la Unión Liberal, y
ser un gran periodista en su celebérrimo periódico, Lafuente es recordado por
su increíble y monumental “Historia General de España (1850-1867) en 24 volúmenes
y que continuó Juan Valera. Se trata de la primera obra de historia de España
concebida como una nación unitaria desde tiempo inmemoriales y supuso la
superación definitiva de la antigua historia de Juan de Mariana de 1600.
¿Qué tiene esto que ver con Santiago y con el día 1 de Mayo?
Pues mucho y poco a la vez.
Para empezar, Santiago también publicó una obra magnifica
por fascículos entre 1897 y 1904, “Histología del sistema nervioso del hombre y
de los vertebrados”. Ambos fueron hombres que lucharon y creyeron en su país en
tiempos difíciles. Santiago, bebió del sentimiento nacionalista heredado de la época
de Modesto Lafuente, ese tipo de sentimiento que nos hace luchar para que
nuestro país crezca poco a poco a base de duro trabajo y esfuerzo. Si tenéis
oportunidad, os recomiendo el libro “Reglas y consejos sobre investigación
científica. Los tónicos de la voluntad” de D. Santiago Ramón y Cajal. Es un
libro muy recomendable sobretodo para aquellos que quieran comenzar en esto de
la investigación (cuidado no tomarlo al pié de la letra, que hace mucho que se
escribió y hay cosas que mucho han cambiado desde entonces).
Lo que más me llama la atención, y por eso he escrito hoy
sobre estos dos personajes es, que ambos vivieron épocas muy difíciles, inestabilidad
política y social. Y ambos contestaron de la misma forma, con trabajo, trabajo
y trabajo, crítica, crítica y crítica y con un gran sentimiento de lucha por su
país o por su sociedad. Toda esta reflexión me lleva a la actualidad, una
actualidad llena de inestabilidad social y política donde debemos sacar lo
mejor de nosotros mismos para conseguir una mejor sociedad. No hace falta hacer
grandes revoluciones, con no salir despavoridos del país, trabajar y ser críticos
desde nuestro puesto (sea cual sea), es suficiente.
Os dejo unas imágenes de Cajal y al final unos enlaces para
ver una serie que hizo televisión española hace unos años. Espero que os guste.
Que tengáis un buen día del trabajador.
Estás 3 últimas no son de Santiago Ramón y Cajal, ¡Pero como se acercó el jodio heee!
Serie de Ramón y Cajal: Historia de una voluntad
- rtve.es capitulo-1
- rtve.es capitulo-2
- rtve.es capitulo-3
- rtve.es capitulo-4
- rtve.es capitulo-5
- rtve.es capitulo-6
- rtve.es capitulo-7
- rtve.es capitulo-8
- rtve.es capitulo-9
ATG
ResponderEliminarMuy interesante recopilatorio de la vida de Don Santiago, sin duda un Pasteur español, le dió a todo el hombre ^^
TAA
Gracias EuGENE,
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado el recopilatorio, desde luego no quería hacer una reseña de su biografía, pero si contar algunas cosas curiosas que uno va descubriendo en diferentes sitios sobre la vida de este hombre, que sin duda, fue un currante como ninguno. La ciencia la hacen personas como el, que trabajan duro a diario, sin descanso y sin dejarse amedrentar por los estamentos políticos ni eclesiásticos.
Gran Trabajo!!
ResponderEliminarLa biografía "científica" (por llamarla de algún modo) de Don Santiago, más o menos, nos la conocemos todos. Por eso es bueno hablar de otros detalles menos conocidos (desde luego he leído algunos que yo personalmente no sabía, sobre todo los relativos a su época anterior a la investigación). Me han entrado ganas de leer su autobiografía "Recuerdos de mi vida", y por supuesto, me suscribo a la recomendación de "Reglas y Consejos sobre Investigación Científica".
En cuanto a los dibujos de Cajal, los he visto en vivo en alguna exposición y he de decir que son fantásticos!
En tu comentario anterior creo que das la clave. La palabra que mejor define a Don Santiago es "currante".
Gran entrada, un saludo!!